
Una de estas especialistas, la profesora y Asesora Técnica Jefa de la Unidad de Igualdad Tribunal de Cuentas, Margarita Márquez Padorno, atendió a Iguales y Diferentes para contestar a nuestras preguntas sobre su trabajo en la divulgación y la práctica de la perspectiva de género y la igualdad.
Margarita, gracias por concedernos esta entrevista a pesar del poco tiempo libre del que dispones. Para empezar, ¿cómo te gustaría que te presentásemos?
Soy profesora titular de Historia Contemporánea en la Facultad de Ciencias de la Información, pero me gusta decir que mi docencia e investigación no se ciñen a esta área, sino que a través de ella —y siempre con perspectiva de género en las asignaturas y en la vida—, me centro en la Historia general y la del Pensamiento Político, así como en la Historia de la Comunicación. Mi vocación es enseñar en estas materias, sea cual sea el nivel académico, la edad, procedencia y nacionalidad de quienes me escuchen.
Sabemos que el profesorado no sólo se dedica a las clases y a su preparación…
Claro, es para mí la mejor parte, pero quienes somos docentes tenemos la necesidad —y obligación— de estar al día de lo que se publica e investiga, y publicar e investigar nosotras mismas para no quedarnos atrás en nuestra formación. No podemos olvidar que de nuestras clases depende la instrucción que reciban las nuevas generaciones de profesionales que algún día asumirán la responsabilidad de liderar nuestras sociedades, y en el caso de la Comunicación y la Historia, ambas especialidades son fundamentales para crear juicio crítico en las y los estudiantes.
Hay una tarea más, quizás la más ingrata que es la de la gestión: pero ¡qué remedio! Intentamos que nos ocupe el menos tiempo posible, pues limita nuestras investigaciones y preparaciones de clases, y, por supuesto, nos impide conciliar vida laboral y privada lo que es nefasto para nuestros entornos y para nosotras mismas.
En tu trabajo como investigadora implementas la perspectiva de género, ¿cuál es tu línea de investigación actual?
Me centro en las redes de mujeres intelectuales de Europa y América de 1850 a 1950. Son varias las publicaciones y otras actividades que sobre estos temas llevo ya sacando a la luz.
Has dicho que realizas más actividades para dar a conocer a estas mujeres, ¿podrías hablarnos un poco más acerca de ellas?
Claro. Son exposiciones, conferencias, congresos o cursos de divulgación. Por ejemplo, en 2023 comisarié la exposición Motor de Igualdad y, en 2024, he viajado a Argentina para hablar de María de Maeztu en la embajada de España en este país.
Has dirigido la Unidad de Igualdad de la UCM y has trabajado por implementar los principios de igualdad en la universidad…
Así es, en los últimos años he ejercido algunos cargos de gestión, como la Secretaría de mi sección departamental y, desde diciembre de 2023 hasta comienzos de septiembre de 2024 he dirigido la Unidad de Igualdad de mi Universidad. También he dirigido un curso de verano en los Cursos UCM de El Escorial titulado “El Futuro con las Científicas” y he impartido un curso-taller para el profesorado de un Instituto Público de Enseñanza Media, sobre cómo formar en Igualdad y qué herramientas emplear para erradicar o al menos paliar los acosos. También he liderado Proyectos de Investigación y de Innovación docente.
¿En qué consiste tu actual posición como Asesora Técnica Jefa de la Unidad de Igualdad Tribunal de Cuentas?
El Tribunal de Cuentas, que es un órgano de rango constitucional, la entidad fiscalizadora de mayor rango en España e integrante de la red de Entidades Fiscalizadoras Superiores de la Unión Europea. Es la institución encargada de velar por el buen uso del dinero público en nuestro país.
A comienzos de 2024 se creó en el seno de la misma la Unidad de Igualdad y, tras una entrevista y superar una selección, se me ofreció este trabajo. Estoy encantada de ayudar a implementar la perspectiva de género en esta institución que ha sido y es pionera en estas cuestiones.
Para concluir, queríamos conocer tu opinión sobre la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que conmemoramos en estas jornadas.
Más que una opinión es una cuestión objetiva. Celebramos que nuestra normativa nacional cuente con una ley que lleva vigente 20 años y que ha sido una luz para enfrentar un problema estructural, como es la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo, —infringida por sus parejas o exparejas, con quienes comparten o han compartido sus vidas, pública, privada e íntima y que se produce, en la mayor parte de los casos, en el hogar, el ámbito en el que las personas deberíamos disfrutar de mayor tranquilidad y confianza—.
Y, si bien, como tantas buenas leyes, no ha podido detener las agresiones y asesinatos en su totalidad, —pues para eso sería necesaria una educación integral en igualdad—, sí podemos afirmar que ha supuesto un freno importante en nuestro país al gravísimo problema que supone la Violencia de Género.