Por Carolina de Arana
El Carnaval de Oruro de Bolivia, una de las festividades más importantes del país, nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, se celebra cada año para presentar una variedad de artes populares en forma de máscaras, tejidos y bordados. El de este año se llevó a cabo el 10, 11 y 12 de febrero y, aunque es un momento de júbilo y festejo, desafortunadamente, año con año se presentan casos graves de violencia contra las mujeres.
“Sin máscaras, sin violencia”, impulsada por ONU Mujeres, Pro Mujer, el Ministerio de Culturas de Bolivia, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, la Asociación de Conjuntos Folclóricos de Oruro y otras asociaciones, es una campaña dirigida a toda la población, pero con un mayor énfasis hacia los hombres, con el objetivo de orientar, informar, concientizar y acompañar en casos de violencia que surjan durante el carnaval, así como sensibilizar a los asistentes para reflexionar sobre las acciones que toman y promover cambios significativos en la sociedad.
En entrevista para La Razón Digital Bolivia, Nydia Pensántez, representante ONU Mujeres Bolivia, menciona que la campaña: “quiere juntar una necesidad del país de erradicar la violencia en contra de las mujeres, bajar los índices de feminicidio, para garantizar un mejor desarrollo, porque ningún país que tenga a la mitad de su población violentada o con peligro de muerte permanentemente por su pareja o por alguien en la calle, solo por el hecho de ser mujer puede salir adelante”.
La campaña arrancó con una etapa de formación para capacitar al talento, para que pusieran especial atención en la seguridad de sus compañeras y que no fueran agredidas ni por ellos ni por el público. Asimismo, para que las mujeres asistentes no sean víctimas de agresión de ningún tipo. La otra etapa fue la producción de material comunicacional, basado en frases cortas que motivan a la acción. En las pantallas del carnaval se difundieron imágenes de la campaña, con hashtags, como #sinmáscarassinviolencia, #despatriarcalizandonuestrasfiestas, para llamar la atención de la gente desde su llegada al carnaval y que así pudiera identificar fácilmente la campaña.
Como comenta Pesántez: “el alcohol suele ser el elemento detonante de la violencia. No es el elemento causal de la violencia, pero sí detona. (…) Esta campaña sigue la ruta para el abordaje de la violencia. Tiene elementos de prevención, que es el primer paso. Y la prevención está estructurada en dos elementos: el de la información que es conocer que la violencia existe, reconocerla, aprender a leerla y denunciarla. El otro ámbito es la sensibilización. Despertar ese yo interior que es capaz de respetar lo bello. (…) La belleza no es para ser agredida. El cuerpo de otra persona es un santuario”.