Fuente: Cartel de la película “Gaslight” de George Cukor, 1944.
El término gaslighting es un anglicismo cuya traducción literal es ‘luz de gas’. Su origen se atribuye a la obra de teatro Gas Light de Patrick Hamilton estrenada en 1938 que, más tarde, fue adaptada y llevada al cine de la mano de George Cukor. En ambas producciones, el protagonista masculino, el marido, se propone convencer a su esposa de que ella está teniendo imaginaciones y recordando cosas incorrectamente hasta hacerla creer que se está volviendo loca.
Hacer gaslighting o hacer luz de gas a alguien consiste, por tanto, en ejercer un tipo de violencia psicológica basada, principalmente, en la manipulación de una persona para hacerla dudar de sus percepciones, opiniones y/o recuerdos. Esto se hace de una forma tan sutil que identificarlo al principio resulta verdaderamente complicado porque se desarrolla de manera muy lenta y progresiva.
La persona que ejerce gaslighting consigue confundir a la víctima a través de las mentiras, de ataques constantes a sus creencias y de culparla y colocar en ella la exclusiva responsabilidad sobre todo lo que ocurre a su alrededor. Algunas de las estrategias que se utilizan son:
- Hacer creer a la víctima que está perdiendo el amor de su pareja por sus “errores”.
- Instigarla a que se aleje de su círculo cercano (familia, amistades…) para manipularla más fácilmente.
- Insinuar infidelidad con cualquier pretexto.
- Atribuirle problemas de salud mental, utilizando frases como “Estás loca”, “Tú no estás bien” o “Yo no dije eso” para alterar su percepción de la realidad.
- Minimizar e infravalorar los sentimientos de la víctima.
El gaslighting, frecuentemente ejercido contra las mujeres, no solo socava las creencias de la víctima, sino que también dinamita su autoestima y genera sentimientos de culpa, inseguridad y dependencia.
Sabemos que la violencia psicológica contra las mujeres es una de las más comunes y también una de las menos reconocidas y reconocibles. Aun así, según la Encuesta Europea de Violencia de Género (2022), 4.646.050 mujeres de 16 a 74 años son o han sido víctimas de violencia psicológica en España en algún momento en su vida, siendo las mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años las que más la sufren (38,4%).
En el mes en el que el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, sigue estando marcado en el calendario, resulta fundamental que nombremos y denunciemos todas las formas de violencia machista, especialmente las menos visibles.