Este mes hablamos de las labores del cuidado, la exposición a tóxicos y cómo este trabajo afecta la salud física y emocional. Según datos del índice de Instituciones Sociales y de Género (SIGI 2023) de la OCDE, las mujeres españolas dedican el doble de horas diarias que los hombres a las tareas del hogar y los cuidados no remunerados, cinco horas frente a dos horas en el caso de los hombres.
La mayoría de las personas que trabajan como cuidadoras son del sexo femenino, ellas se encargan de cuidar a menores de edad, ancianos y/o hacer las labores del hogar. Generalmente es un trabajo no remunerado y muchas veces no reconocido como tal. En palabras de Silvia Federici “el capitalismo explota específicamente a las mujeres porque el trabajo reproductivo no se reconoce como trabajo, ni se valora, viéndose como algo personal”.
El trabajo doméstico y la doble jornada, desencadena daños en la salud física y emocional.
El trabajo doméstico y la doble jornada, desencadena daños en la salud física y emocional, así mismo, la exposición a tóxicos puede incurrir en enfermedades como cánceres de páncreas y linfomas no hodgkinianos o cáncer de mama, cuya incidencia está aumentando desde el año 1945, afirma la doctora Carme Valls-Llobet, y subraya, que las mujeres están más expuestas a productos tóxicos porque son las que limpian. También hay profesionales muy ligadas a la vida cotidiana: maestras, médicas, enfermeras, auxiliares de clínica y las mujeres empleadas en tareas de limpieza, y éstas últimas suelen enfermar después de haber puesto un insecticida sin normas de seguridad.
El SIGI, que mide la discriminación por género en las leyes, las normas sociales y las prácticas de 179 países, coloca a España en la tercera posición de la igualdad mundial, solo por detrás de Bélgica y Suecia. Sin embargo, aún queda mucho recorrido. En las brechas y los estereotipos machistas sobre el ámbito laboral: el 26 por ciento de la ciudadanía cree que niños y niñas sufren cuando sus madres trabajan fuera de casa y un 11 por ciento considera que los varones tienen más derecho que las mujeres a trabajar. Y los puestos de alta dirección, están ocupados en un 82 por ciento de los casos por hombres, este dato es similar en toda la Unión Europea.