Fotografía: curso ‘El futuro de las científicas’. Fuente: Sara Olimpia.
El curso ha sido inaugurado por Margarita Márquez Padorno, la directora del curso y Directora de la Unidad de Igualdad, con un recorrido histórico de los inicios de las españolas en las ciencias desde la primera doctora en Medicina, Dolores Aleu, que obtuvo el grado a mediados del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX. El gran avance que se produjo con el incremento de científicas y tecnólogas en el panorama español de los años 20 y 30 se vio truncado con el golpe de estado, la Guerra Civil Española y la represión posterior ocurrida durante el régimen franquista. Los nombres de médicas, arquitectas, físicas y químicas han salpicado este recorrido histórico que ha servido de base de presentación del curso.
La Directora General de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, Marina Villegas, detalló, ya en la actualidad, las políticas públicas que se realizan para eliminar la brecha STEM que persiste en nuestros días. Habló sobre las estadísticas y los problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad para combatir esta tendencia pues, aunque el número de mujeres que tienen estudios universitarios es más alto que el de los hombres (55% – 45%), si se mira en el detalle, esta cifra se invierte y baja dramáticamente en las carreras de ciencias y tecnologías, como ocurre en las ingenierías donde sólo encontramos un 25% de ingenieras. Algunos de los motivos por los que las mujeres rechazan la elección de estos estudios son la falta de confianza en sí mismas y una supuesta mayor dificultad en las asignaturas de estas carreras, cuestiones que, gracias al curso, ya sabemos que son fruto de la socialización, la educación a las niñas y cómo se considera a las mujeres en el mundo de la ciencia.
Las ponentes que disertaron durante el resto de la primera y segunda jornada son profesionales punteras de empresas líderes en el sector de las tecnologías y la investigación, así como científicas e ingenieras, que explicaron cómo tuvieron que romper -y siguen rompiendo- los estereotipos según los cuales las mujeres y la ciencia se presentan como incompatibles.
¿Dónde encontramos el comienzo de esta brecha entre hombres y mujeres? ¿En qué momento las niñas dejan de verse a sí mismas como futuras doctoras, científicas o arquitectas?
En las últimas décadas, las mujeres han ido poco a poco abriéndose paso en carreras de STEM, pero aún hoy día encuentran baches: desde el ámbito escolar, laboral y social, en el que se destacan también cómo afecta la familia y los círculos cercanos de las mujeres. Preocupa asimismo un retroceso en las matriculaciones de las jóvenes en las carreras científicas.
En el curso se debatieron varios temas, algunos desconocidos y otros no tanto, pero que al ser tan presentes muchas veces pasamos por alto. Entre ellos, la maternidad en el ámbito laboral y cómo afecta ésta al desarrollo de las mujeres pues, como mostraban algunas ponentes desde la experiencia propia, se sintieron “castigadas” en sus carreras por haber sido madres, siendo desplazadas a puestos considerados “más fáciles” y adaptados para una “madre”, lo que supuso un gran retroceso en sus carreras y proyectos.
Fotografía: curso ‘El futuro de las científicas’. Fuente: Sara Olimpia.
La intervención de la doctora María Montoya González, investigadora del CSIC, brillante científica que posee un currículum internacional cuajado de éxitos, incluyó gráficos aclaratorios sobre el conocido techo de cristal en el mismo CSIC, donde se observaba una clara diferencia entre hombres y mujeres en los ámbitos de la investigación y los puestos de más importancia. Así como el hecho de que desde los años 50, cuando se fundó el CSIC, sólo han dirigido la institución tres mujeres, una situación que se debe abordar cuanto antes. También habló de los “suelos pegajosos” y de las gráficas de tijera invertida donde se evidencian la falsa igualdad de las científicas.
Uno de los puntos más importantes del curso fue el referido a cómo inspirar a las niñas para que opten por las carreras científicas y tecnológicas, es decir, el fomento de la visibilización de referentes para las nuevas generaciones. Pues los escasos y recurridos ejemplos como el Marie Curie si bien fueron líderes incontestables de sus áreas de conocimiento y referentes del feminismo, quedan muy lejanas de las niñas del siglo XXI. Se comentó que hay nuevas figuras a las que emular, como la astronauta Sara García Alonso, licenciada en biotecnología, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y seleccionada por la Agencia Espacial Europea en la promoción de astronautas del 2022.
Muchas niñas y jóvenes acaban rechazando las carreras de STEM, aunque hayan mostrado en sus años anteriores un amor por las ciencias, ¿por qué? Se dan muchos motivos por los que ocurre esta situación, como es el encasillamiento de las mujeres en los campos de conocimiento relacionados con lo teórico con argumentos tan comunes como que las mujeres son “torpes en resolver problemas” de manera biológica, todo falso. Existen además barreras personales, como la desmotivación y la falta de confianza, y barreras culturales y sociales, lo que causa uno de los mayores problemas: los estereotipos y los síndromes.
Por ello las líderes científicas invitadas en el curso, como Ludi Villa de Ericsson, Carolina García, de IBM, Cristina Andériz de Alstom, Cristina Andériz, directora de la Planta Santa Perpètua, Barcelona (Alstom), la profesora y Delegada del Rector para Igualdad, Isabel Tajahuerce Ángel, la doctora María Montoya González, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, CSIC, D.ª Marta Gil de la Hoz, directora general de estrategia, innovación y sostenibilidad (SACYR), D.ª Julia Berlanga, responsable de lanzamiento de producto (Ericsson), D.ª Marina Villegas Gracia, Directora General de Investigación e Innovación Tecnológica (Comunidad de Madrid), y el profesor Andrea Donofrio, Secretario del curso, en animadas conversaciones con el público y entre ellas, debatieron reflexionaron sobre cómo mejorar aquellas cuestiones necesarias en nuestra sociedad: buscar inspiraciones sólidas haciendo que mujeres como ellas se den a conocer en charlas en colegios e institutos pero también en los medios de comunicación a través de campañas y noticias recurrentes, no encasillar a las niñas desde pequeñas en cómo deben ser sus futuros y ayudar a que rompan esas barreras personales, culturales y sociales, erradicar estereotipos y síndromes que se reproducen constantemente en el día a día. La robótica y la Inteligencia Artificial, por ejemplo, son dos disciplinas que hoy en día se están desarrollando en todos los ámbitos y aspectos y cuentan con un porcentaje ínfimo de mujeres en sus puestos de liderazgo.
Solo si se corrige esta tendencia, así como las cuestiones antes comentadas, podremos tener un futuro con científicas.
Webs de interés: https://www.csic.es/es/el-csic/ciencia-en-igualdad/comision-delegada-de-igualdad