La obra Como la nieve, como la montaña ha captado la atención por su aguda y detallada observación de la situación de las mujeres contemporáneas y se ha destacado como el cuarto mejor libro del año 2022, alcanzando el primer lugar en la categoría de novelas de literatura china, según los datos de la plataforma Douban.
En su obra, Tianyi Zhang ha retratado numerosas personajes en el rol de madre. En la historia titulada La sal de la primavera, la autora ha presentado de manera realista el dolor y la amargura de una madre joven que está atravesando una depresión posparto, luchando entre las responsabilidades familiares y su ego. Con una escritura empática, Tianyi describe el dolor del parto y reflexiona sobre las cadenas y restricciones que la vida familiar impone a las madres.
En la historia Aniversario, la autora explora los dilemas espirituales de las mujeres en el matrimonio y en el relato Montaña de nieve narra la trágica vida de Lili Jiang, una madre de mediana edad que ha perdido a su hijo y vive sola. En ella presenta la imagen de una mujer que se ahoga en el dolor por la pérdida de su hijo y revela las múltiples dificultades, tanto materiales como espirituales, que enfrentan las viudas. Esta historia también alude a la pérdida de la construcción del sujeto propio por parte de las mujeres que han estado atrapadas en la esfera privada durante mucho tiempo.
En la historia Solo quiero sentarme, se narra la experiencia de Lili Zhang, una estudiante universitaria de primer año que sufre acoso sexual por parte de un empleado del tren. Frente al acoso, Lili Zhang opta por autoconsolarse y soportarlo. Durante la sesión de intercambio sobre el nuevo libro, Tianyi Zhang mencionó que ella misma fue víctima de acoso sexual en un tren cuando era estudiante. Ella también permaneció en silencio, “aunque ha pasado muchos años, el impacto emocional perdura”, dijo la autora.
En la última historia, La visita de Año Nuevo, se presenta la imagen de una mujer anciana que vive a la sombra de su esposo y de su hijo, insinuando la falta de autoridad de las mujeres mayores en la vida familiar.
En el epílogo, la autora escribe: “todas las mujeres llevan dentro una pieza del mismo rompecabezas, todas ellas son Lili, y yo también lo soy”. Las ataduras de la virtud femenina, las discriminaciones en la vida social y los deseos no reconocidos siguen atormentando profundamente a las mujeres.