Fotografía: Manahel Al-Otaibi. Fuente: ALQST
El motivo de esa reclusión fue su valiente expresión en las redes sociales, donde abogaba por los derechos de las mujeres y desafiaba las restricciones impuestas a las mujeres en su país. En noviembre de 2022, fue arrestada por publicar fotos en Snapchat en las que no llevaba el tradicional ‘abaya’, junto con mensajes que desafiaban las normas y leyes restrictivas sobre las mujeres saudíes, incluido el uso del hashtag #EndMaleGuardianship para pedir el fin de la tutela masculina.
En abril de 2024, se reveló que al-Otaibi fue condenada a 11 años por múltiples cargos, que incluyen llamar en las redes sociales a poner fin al sistema de tutela masculina del país, publicar videos de ella misma usando «ropa indecente», «ir de compras sin usar un abaya». En Arabia Saudí, las mujeres enfrentan restricciones significativas en su vestimenta pública, donde la mayoría se ve obligada a usar la ‘abaya’. Esta prenda, una túnica larga negra que llega hasta los tobillos y un velo que cubre la cabeza y el cabello, limita la exposición del cuerpo y la identidad personal. La «mutawa», la policía religiosa del país supervisa el cumplimiento de este código de vestimenta en espacios públicos, imponiendo sanciones a aquellas que no lo respetan.
Además, al-Otaibi, publicó videos de fitness en Instagram, Twitter y Snapchat, enfrentó cargos por: «difamar al reino en el país y en el extranjero, llamar a la rebelión contra el orden público y las tradiciones y costumbres de la sociedad, y desafiar al poder judicial y su justicia». Sus publicaciones incluían la defensa de códigos de vestimenta liberales para las mujeres, derechos LGBTQ+ y la abolición de las leyes de tutela masculina de Arabia Saudita.
Bajo el sistema de tutela masculina de Arabia Saudí, las mujeres no pueden tomar decisiones por sí mismas, sino que es un familiar varón quien decide en representación suya. Desde su nacimiento y a lo largo de toda su vida, las mujeres en Arabia Saudí están sujetas a la tutela de un hombre de su familia, generalmente sus padres o esposos. Requieren su autorización y consentimiento para realizar acciones cotidianas como iniciar ciertos estudios, contraer matrimonio, acceder a determinados tratamientos médicos e incluso ser liberadas de prisión. Desafiar estas restricciones o desobedecer a su «guardián» puede resultar en sanciones severas.
El jefe de defensa de ALQST, organización de derechos humanos que documenta y promueve los derechos humanos en Arabia Saudí, Lina al-Hathloul, dijo a la BBC que la confianza de Manahel al-Otaibi en que podía actuar con libertad podría haber sido una publicidad positiva para la promocionada narrativa de Mohammed bin Salman sobre liderar reformas en los derechos de las mujeres en el país. «En cambio, al arrestarla y ahora imponerle esta sentencia indignante, las autoridades saudíes han vuelto a poner al descubierto la naturaleza arbitraria y contradictoria de sus supuestas reformas, y su continua determinación de controlar a las mujeres de Arabia Saudita», dijo.