Imagen: diseño de 2023 para el 8 de marzo. Fuente: ActuCameroun
En muchos países africanos, especialmente de la región occidental, es común que los gobiernos encarguen cada año el diseño y producción de una tela conmemorativa para el Día Internacional de la Mujer. Esta tela, ya sea industrial o tejida a mano, se distingue por su diseño exclusivo, acompañado de un logo y un lema creados específicamente para la ocasión. Una vez revelado el diseño, la tela se distribuye en los mercados del país para que las mujeres la adquieran y se confeccionen vestidos que usarán ese día. En algunos países se lleva a cabo un desfile oficial que suele presidir la primera dama. Es así como el 8 de marzo se ha ido convirtiendo en un día de celebración, y las prendas confeccionadas con estas telas en un uniforme que las mujeres lucen con orgullo. Sin embargo, esta costumbre ya tan arraigada no está exenta de polémica. Cada vez son más las mujeres que se oponen a su uso y que denuncian que su protagonismo eclipsa el verdadero significado de este día.
La tela del 8 de marzo es “una expresión conmemorativa porque también es un objeto cultural muy poderoso», declaró el pasado viernes 8 de marzo Nadine Machikou, vicerrectora encargada de la investigación, la cooperación y las relaciones con el mundo empresarial en la Universidad de Yaundé II, al informativo matinal de DW Afrique. Rasmata Compaoré, ex alcaldesa del distrito 12 de Ouagadougou, en Burkina Faso, asegura que “en África estas telas simbolizan a la mujer por excelencia, por lo que llevarlas para celebrar el 8 de marzo es una bendición para las mujeres, pero no un requisito para las celebraciones”. Y es que entender el papel que juegan estas telas puede ser complejo para quien no esté familiarizado con la importancia que se acuerda a la indumentaria en el continente africano. Las telas son medios cruciales de expresión artística y cultural y se las dota no solo de valores estéticos, sino también de significados sociales y comunicativos. Jean Allman, en su obra “Fashioning Africa: Power and the politics of Dress”, sostiene que la indumentaria en el continente opera como un lenguaje político y compara su alcance a la elocuencia del más hábil orador o a la persuasión del mejor propagandista.
Sin embargo, no estamos ante un lenguaje universal, sino altamente vernáculo. Analizamos a través de las telas conmemorativas, símbolo del 8 de marzo en muchos países africanos, cómo se ha vivido este día en Burkina Faso, la República Democrática del Congo y Camerún.
En Burkina Faso el sankarismo está presente
Imagen: Telas conmemorativas del 8 de marzo de 2024. Fuente: le360Afrique.
En Burkina Faso, el 8 de marzo es un día festivo y remunerado desde 1984 gracias a Thomas Sankara, presidente del país de 1983 a 1987 cuando fue asesinado. Su muerte cambió el rumbo del país, pero sus ideas siguen más vivas que nunca. Un comunicado conjunto de prensa de los ministerios de Comercio, Género y Economía del pasado 15 de enero recordaba que el «Faso Dan-fani» y el «Koko dounda» habían sido elegidos telas oficiales este año. Además, se prohibía tanto la importación como la comercialización o distribución gratuita de la tela industrial que se había diseñado anteriormente. “El Faso Dan es un tejido emblemático de espíritu patriótico que significa tela tejida de la patria, nombre que alude a lo que está en juego en su producción y consumo, y con importantes implicaciones económicas y tradicionales”, asegura Compaoré. “El koko dounda es un tejido que ha estado estigmatizado durante mucho tiempo. Antes solo lo usaban personas con pocos recursos, pero ahora se ha convertido en un símbolo de la identidad sartorial de Burkina Faso en todo el mundo. Este tejido cuenta historias, transmite valores y evoca un profundo sentimiento de pertenencia”. Durante muchos años, las telas se importaron de China, y con esta medida el gobierno asegura beneficios para el sector textil del país y promueve la autosuficiencia y la valorización de tejidos tradicionales.
En cuanto a la jornada, Compaoré asegura que este año “dada la situación de seguridad del país, las celebraciones han sido muy discretas”. Y es que según el índice de Terrorismo Global publicado el año pasado por el Instituto para la Economía y la Paz, la zona del Sahel se convirtió en 2023 en el epicentro del terrorismo, con una de cada tres muertes por esta causa en el mundo. La indumentaria también está pasando a un segundo plano. “Hace unos 5 o 10 años, las mujeres participaban mucho más en las celebraciones que en la capitalización y la reflexión sobre los avances de la lucha por los derechos de la mujer”, afirma la ex alcaldesa. “Me pareció que las mujeres este año estaban mucho más implicadas en la formación, la sensibilización, la transformación de productos locales y muchas otras actividades destinadas a capacitarlas económicamente y a combatir las diversas formas de violencia contra las mujeres y las niñas”.
Bajo el lema ‘Fomento del emprendimiento comunitario: ¿Cuál es el aporte de las mujeres?’, este año se ha destacado la importancia de promover la autonomía económica. Durante su discurso conmemorativo del 8 de marzo, el presidente Ibrahim Traoré anunció una medida significativa en un país que quiere promover la autosuficiencia: en todas las instituciones y ministerios del país se privilegiará el uso exclusivo de jabones fabricados por mujeres burkinesas.
Las mujeres de la RDC se visten de luto
En la República Democrática del Congo el 8 de marzo se celebró bajo el lema ‘Aumentar los recursos para las mujeres y las niñas en la paz por un Congo paritario’. La ministra de Género, Familia e Infancia en RDC, Mireille Masangu, prohibió el uso de telas industriales conmemorativas este año. La decisión se hizo pública el pasado domingo 18 de febrero en un comunicado oficial remitido a los medios de comunicación. “Hemos decidido que este año las actividades del Mes de los Derechos de la Mujer no serán festivas, sino que se celebrarán en actitud de duelo”, declaró la ministra de Género. En lugar de confeccionarse vestidos con la tela conmemorativa que se diseña cada año, Masangu instó a todas las mujeres y niñas congoleñas a vestir de negro para representar todas las vidas que se están perdiendo en el este del país en un conflicto que parece no tener fin.
Radio Okapi recogió las palabras que dedicó Régine Kapunga, responsable de la división provincial de género de Maniema, a sus compatriotas del este del país, asolado por la violencia. “El Día Internacional de la Mujer se celebra en un contexto especial porque nuestras compañeras están en la calle, siendo violadas y asesinadas, y les doy mi más sentido pésame. No están solas, estamos con ellas. No podemos olvidarlas en nuestras oraciones. Es un día que celebramos con tristeza porque cuando miramos a nuestras hermanas de Ituri y Kivu Norte en particular, vemos que los hombres se preparan para hacer la guerra entre ellos, pero las víctimas son las mujeres y sus hijos”.
Save the Children aprovechó el 8 de marzo para denunciar que mujeres, niñas y niños que huyen de la violencia en la región son víctimas de ataques sexuales y mutilaciones genitales. La Organización no gubernamental ha documentado más de 800 casos de violencia sexual y de género en las tres provincias afectadas por el conflicto, y esta cifra puede que sea mucho más alta si tenemos en cuenta que a menudo las víctimas no denuncian debido al miedo y al estigma. En un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre, las mujeres de la RDC se vistieron de luto en un intento de captar la atención de una comunidad internacional que prefiere seguir mirando hacia otro lado.
¿Nada que celebrar en Camerún?
Imagen: #8MarsenNoir. Fuente: @StandUpforCameroon en Twitter
“Me pregunto si el 8 de marzo es solo el día en que desfilamos con nuestros vestidos y bebemos”, compartía en un reportaje de Naja TV, Delphine Njibet, una señora camerunesa que desde hace años no compra la tela conmemorativa del 8 de marzo. “Esta fiesta es para esas mujeres que son intelectuales, que saben lo que quieren, lo que reivindican y de lo que se trata este día. Para el resto de las mujeres, sólo cuenta la tela”, añadía. Arlette Framboise Doumbe Ding, analista política, hacía un llamamiento a boicotear la tela este año en una publicación en Facebook. “La mayoría de las mujeres que se visten con ella no pueden decir qué significa en realidad el 8 de marzo. No saben casi nada al respecto”, sentenciaba. “Salen a pasear y acaban en bares e incluso a veces en lugares insospechados donde hablan de todo menos de la condición de la mujer”. Y es que son cada vez más las mujeres que denuncian, a veces de manera algo desafortunada, que el 8 de marzo se ha convertido en un día festivo más y que se ha perdido el trasfondo político. Kah Walla, líder política, activista y empresaria camerunesa, destaca que a diferencia del Día del trabajador o la Fiesta Nacional, el Día internacional de la Mujer es mucho más que un día de descanso. “Es la festividad en la que hay un mayor número de actos como seminarios, debates, eventos deportivos o actos sociales que realmente profundizan en la historia y significado del día, y que ponen de relieve los derechos y los problemas de las mujeres”.
Desde hace años, movimientos feministas abogan por un Día de la Mujer en clave de protesta. El pasado 19 de febrero se publicó la declaración de las mujeres camerunesas para marzo de 2024. El texto insta a las mujeres a vestir de negro y a protestar durante todo el mes por el aumento de feminicidios y la violencia sexual, doméstica, económica, social y política a la que las mujeres camerunesas son sometidas a diario. “En Stand Up For Cameroon llevamos usando el negro para protestar desde 2017 con protestas muy grandes en 2017, 2019 2020 y este año”, destaca Walla, co-directora de este movimiento que lucha por una transición política libre de violencia y una de las 41 mujeres que firman la declaración. El 8 de marzo es importante no solo a nivel social, sino también económico, pues las mujeres invierten mucho dinero en la tela conmemorativa que encarga el gobierno y que prácticamente ha duplicado su precio en los últimos dos años debido a la inflación. La declaración propone que se invierta ese dinero en apoyar a una hermana necesitada e invita a esas mujeres que pueden estar o sentirse obligadas a usarla, a llevar un pañuelo negro en la cabeza o cualquier otro accesorio de ese color.
Bajo el lema ‘Invertir en las mujeres: acelerar el paso’, miles de mujeres participaron en un fastuoso desfile presidido por la primera dama, Chantal Biya, en la capital. Sin embargo, Walla nos recuerda que este evento no representa la realidad de este día. “A los actos gubernamentales asisten sobre todo mujeres que trabajan en la administración pública y las afiliadas a ella. Sin embargo, desde abogadas, médicas e ingenieras, pasando por futbolistas, agricultoras y mujeres del mercado, a lo largo de este mes las mujeres celebran sus propios actos”. Vestidas de negro, como si de un luto se tratase, este año muchas mujeres camerunesas han querido mandar un mensaje alto y claro al gobierno de Paul Biya, en el poder desde 1982: Nosotras no tenemos nada que celebrar.
Imagen: Tribuna presidencial del desfile oficial del Día internacional de la MujerFuente: Web oficial de la Presidencia de la República de Camerún
La confección de prendas utilizando telas conmemorativas, los desfiles y, en términos generales, la manera en la que se vive el 8 de marzo en numerosos países de África, posee una singularidad propia del continente. Hay quienes consideran que estas prácticas restan seriedad al Día Internacional de la Mujer, pero también quienes lo ven como una poderosa forma de protesta en sí misma. Y es que la percepción puede variar mucho dependiendo del contexto social y político. Cabe preguntarse si dada la situación, la alegría tiene cabida en un día como el 8 de marzo. Kah Walla lo tiene claro: “Incluso cuando vivimos oprimidas, o quizás especialmente cuando esto ocurre, debemos expresar siempre nuestra alegría. Es algo que nadie puede arrebatarnos y debemos utilizarla como herramienta de autoconservación, como herramienta política contra quienes quieren arrebatárnosla y como herramienta para recordarnos que siempre hay esperanza. Aunque estemos de luto y protestando, siempre manifestamos alegría. Debemos seguir haciéndolo”.
Imagen: fuente Benin web TV