El término perspectiva, procede del latín tardío perspectīvus, y este deriva del vocablo latino perspicĕre que significa ‘mirar a través de’, ‘observar atentamente’. Podríamos decir, por tanto, que la perspectiva es el punto de vista desde el cual se considera o se analiza algo.
Lo lógico sería pensar que ese punto de vista ha de ser lo más ajustado a la realidad posible, sin embargo, estamos de acuerdo con Nuria Varela cuando afirma que la visión androcéntrica del mundo decide y selecciona qué hechos son valiosos y qué personajes son importantes, es decir, a qué o quién hay que dedicar tiempo y espacio.
Por tanto, dado que la objetividad no existe, tal y como sostiene Mª Isabel Menéndez Menéndez, la perspectiva de género es necesaria en una sociedad habitada por hombres y mujeres.
Marcela Lagarde aclara que la perspectiva de género se estructura a partir de la ética y permite analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres de manera específica, así como sus semejanzas y diferencias. Esta perspectiva analiza las posibilidades vitales de las mujeres y los hombres; el sentido de sus vidas, sus expectativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre ambos géneros, así como los conflictos institucionales y cotidianos que deben enfrentar y las maneras en que lo hacen.
Mirar a través de la perspectiva de género permite nombrar de otras maneras las cosas conocidas, hacer evidentes hechos ocultos e ignorados y otorgarles otros significados. Para ello, incluye el propósito de transformar el orden de poderes entre los géneros y, por consiguiente, la vida cotidiana, los roles y las relaciones entre mujeres y hombres.
Y, todo esto lo hace cuestionando firmemente el argumento de que las diferencias entre mujeres y hombres son naturales, y que aquello que ocurre a las mujeres por el hecho de serlo, así como las relaciones entre géneros, no tiene la suficiente importancia como para impactar al desarrollo social e individual.
En el mes en el que el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, sigue estando marcado en el calendario, resulta fundamental que reflexiones acerca de que necesitamos identificar y sacar a la luz la raíz de los hechos para poder transformarlos.
Asumir y aplicar la perspectiva de género requiere un gran esfuerzo porque supone desestabilizar las bases de lo establecido conduciendo a una revolución intelectual individual y colectiva. Sin embargo, es algo imprescindible en términos de justicia simbólica y de democracia. Necesitamos aprender a mirar el mundo para poder ver la realidad.