El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha firmado el 29 de mayo de 2023 una de las leyes más duras contra el colectivo LGTBIQ+. Entre las condenas recogidas en esta legislación se incluye la cadena perpetua para personas del mismo género que mantengan relaciones sexuales o que contagien a su pareja sexual con una enfermedad como el VIH. Asimismo, la “promoción de la homosexualidad” está penada con 20 años de prisión y el intento de mantener relaciones homosexuales con hasta 10 años de cárcel, según recogen desde Human Rights Watch.
Testimonios como el del pastor en Adonai Inclusive Christian Ministres, Ram Gava Kaggwa, aseguran que, desde el planteamiento de la nueva ley, el país se ha convertido en un lugar hostil para la comunidad LGTBIQ+. Esta ley no solo se centra en criminalizar la homosexualidad, sino que también da voz y empodera a la homofobia y a los discursos de odio. “Nos vimos obligados a empezar a rezar desde nuestros hogares por miedo a ser atacados por la gente en la iglesia”, explica para El País. Así pues, se están perdiendo los refugios que en este caso daban cobijo a la gente del colectivo.
“La firma de esta ley profundamente represiva constituye un grave ataque contra los derechos humanos y la Constitución de Uganda, así como contra los instrumentos regionales e internacionales de derechos humanos en los que Uganda es parte. El proyecto de ley contra la homosexualidad, de 2023, sólo servirá para consagrar en la legislación la discriminación, el odio y los prejuicios contra las personas LGBTI ugandesas y quienes las apoyan. Es inadmisible que estas personas se arriesguen a perder la vida, la libertad, la privacidad, la libertad de expresión y la capacidad de vivir sin discriminación”, apunta la directora regional de Amnistía Internacional, Flavia Mwangovya.
En febrero de 2014, Museveni ya incrementó la penalización de la homosexualidad en Uganda, coartando la libertad de expresión sobre temas que aludieran directamente al colectivo LGTBIQ+ con penas de 7 años de cárcel. No obstante, rechazó aprobar en su momento la cadena perpetua alegando que “existen otras maneras de curar la anormalidad”, según fuentes del Times Live. En la actualidad, el primer borrador que se planteó en 2023 incluía penas de muerte contra personas que mantuvieran relaciones sexuales y afectivas con personas del mismo género. Finalmente, la pena de muerte se sustituyó por la cadena perpetua que había sido rechazada por el mismo presidente en 2014.
Esta situación que supone un peligro para la integridad y la seguridad de las personas LGTBIQ+ que residen en Uganda ha sido condenada por la Unión Europea y los Estados Unidos. El representante de la Unión Europea en Asuntos Exteriores, Josep Borrell ha advertido en un comunicado que, si se mantiene la ley anti-homosexual en Uganda, la Unión Europea se verá obligada a socavar las relaciones con los socios internacionales debido a que la consecuencia directa de esta legislación supone una vulneración del deber que tiene Uganda a proteger a los ciudadanos y sus derechos básicos.
De la misma forma, Joe Biden ha afirmado que esta violación de los derechos humanos tendrá consecuencias que se verán reflejadas en nuevas sanciones. Desde la Casa Blanca han lanzado el siguiente comunicado: “Este vergonzoso acto es el último acontecimiento en una alarmante tendencia de abusos contra los derechos humanos y corrupción en Uganda. Los peligros planteados por este retroceso democrático son una amenaza para todos los residentes en Uganda, incluyendo el personal del gobierno de los Estados Unidos, el personal de nuestros socios implementadores, turistas, miembros de la comunidad empresarial y otros. (…) Estamos considerando medidas adicionales, incluida la aplicación de sanciones y la restricción de entrada a los Estados Unidos contra cualquier persona involucrada en graves abusos contra los derechos humanos o corrupción”, informan.
Situación de otros países miembros de las Naciones Unidas
Pese a que la situación actual en Uganda es desesperanzadora en el camino por conseguir la despenalización mundial del colectivo LGTBIQ+, sí existen países pertenecientes a las Naciones Unidas que están más cerca de acercarse a este objetivo. Un ejemplo es el caso de Sri Lanka, donde la Corte Suprema ha dado luz verde para la aprobación de un proyecto que propone enmendar el artículo 365 de su Código Penal erilanqués y con ello despenalizar la homosexualidad.
De la misma forma, el último informe de las Naciones Unidas titulado: ‘Vivir libre e iguales. Qué están haciendo los estados para abordar la violencia y discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex’ asegura que es importante realizar una “llamada de atención a los Estados para que tomen más medidas en materia de protección de las personas LGBT e intersex contra la violencia, la tortura y el mal trato y la discriminación, así como para que deroguen las leyes que discriminan a los individuos por motivo de orientación sexual e identidad de género”. Todavía queda mucho por lo que salir a la calle y celebrar el orgullo de pertenecer al colectivo LGTBIQ+, porque el derecho a existir como personas fuera de la heteronorma aún no es una realidad en todo el mundo.