Fotografía: campaña ‘Mi voz, mi decisión.
En la actualidad, se calcula que entorno a 20 millones de mujeres están excluidas de este derecho en toda Europa. Por este motivo, `Mi voz, mi decisión’ propone alternativas para países como Polonia donde el aborto se encuentra muy restringido. «Estamos exigiendo a la Unión Europea el derecho seguro, gratuito y realmente accesible para todas las mujeres que estén en la Unión Europea», afirmó Kika Fumero, una de las organizadoras de la iniciativa. Esta iniciativa popular, que busca recoger un millón firmas, tiene como objetivo blindar el derecho al aborto en Europa.
Una de las propuestas es que se dé la opción de viajar a países, sin que esto suponga ningún coste, donde el aborto sí es un derecho reconocido y protegido. Para conseguir esto, esta movilización debe conseguir un millón de firmas con el fin de poder presentar la iniciativa y que sea considerada por la Comisión Europea. El tiempo para agrupar todas las firmas es hasta 2025. No obstante, el auge del fascismo en la política acelera la urgencia de conseguir dicho objetivo para antes de las elecciones europeas, siendo la nueva fecha el 5 de junio, es decir, lo que buscan es adelantarse a las acciones reactivas de la ultraderecha.
Entre los países que conforman el movimiento de activistas y organizaciones feministas están: Polonia, Francia, Austria, Eslovenia, Croacia, Irlanda, Finlandia, España, Hungría, Italia y Dinamarca. En el ámbito nacional, el movimiento está liderado por la periodista Cristina Fallarás, como portavoz, y Fumero, como organizadora.
Durante los meses de mayo y abril, ‘Mi voz, mi decisión’ recorrerá varios puntos de España para concienciar sobre la importancia del aborto legal y seguro. «Queremos crear un músculo de mujeres, un músculo feminista, un músculo que defienda nuestros derechos en vista de lo que pueda llegar a pasar, es decir, que no actuemos por reacción al atropello contra nuestros cuerpos, sino que ya estemos esperándoles para lo que pueda llegar a pasar», defiende Fallarás.
Fotografía: manifestación del 19 de mayo en Madrid. Fuente: Rocío Tercero
Así pues, el 29 de abril visitaron Bilbao, el 30 Pamplona y el 8 estuvieron en Madrid en la Jornada “Batalla cultural y política de la (extrema) derecha”. Por último, en esta misma ciudad convocaron el pasado 19 de mayo una manifestación en Colón en contra del fascismo con motivo de la reunión de varios líderes de ultraderecha: Abascal, Meloni, Le Pen, Milei, sorban y Chikli. También desde la iniciativa popular europea han impulsado varias acciones “secretas” como la colocación de símbolos a favor del aborto a varias estatuas emblemáticas de la ciudad de Madrid, por ejemplo, el oso y el madroño o la estatua de Velázquez en el Museo del Prado, entre otras amanecieron con una pañuelo verde en el cuello.
Por otro lado, la exministra de igualdad Irene Montero se ha sumado a la campaña de ‘Mi voz, mi decisión’, alegando que «es importante tener un marco europeo que nos permita asegurar que, independientemente de la forma concreta en la que en cada país se aplique, Europa es un territorio que garantiza el aborto legal, seguro y gratuito», explicaba. De la misma forma, el expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, ha querido mostrar su apoyo uniéndose a las firmas.
Ambas firmas se han producido el mismo día en el que el Tribunal Constitucional español ha avalado la ley que penaliza el acoso por parte de las organizaciones y movimientos antiabortistas a las mujeres que acuden a las clínicas a interrumpir voluntariamente el embarazo. Esta ley es la suma que lleva a conseguir que el aborto se haga de forma segura sin que las mujeres que toman la decisión tengan que pasar por ningún juicio ni culpa social.
Más urgente que nunca
En contraposición, en el contexto europeo, países como Italia han visto modificada su legislación para permitir que dichas activistas antiaborto puedan entrar en las clínicas y centros donde las mujeres buscar asesoramiento o interrumpir directamente la gestación. Siguiendo esta línea conservadora, cabe destacar Malta como uno de los países más atrasados en la garantía de este derecho. Aquí, solo es legal abortar en casos excepcionales, tan solo cuando la salud física de la persona embarazada corra riesgo.
Asimismo, y como explica la activista de ‘Mi voz, mi decisión’ Luciana Parker: “ya no se puede ignorar el efecto de las extremas derechas en Europa, que amenazan los derechos existentes”, dice la periodista y activista argentina Luciana Peker, establecida ahora en España y parte de “Mi voz, mi decisión”. “El triunfo de Milei demuestra que nuestros derechos pueden perforarse fácilmente, también en Europa”, añade.
Objetores de conciencia: qué suponen y por qué son una traba en la garantía del derecho al aborto
Este marzo se cumplió un año desde la reforma de la ley del aborto que, entre otros avances, exige a las comunidades autónomas a dejar constancia mediante un registro en el que se incluya al personal sanitario que se consideren objetores de conciencia para evitar situaciones donde un servicio sanitario tenga una objeción en bloque y las mujeres tengan que ser derivadas a otros territorios como sucedió en Murcia en 2014. En este caso, el Tribunal Constitucional consideró que se vulneró el derecho al aborto de una mujer que fue expulsada del hospital público y derivada a un centro privado de la comunidad de Madrid después de que todos los médicos del hospital de Murcia alegaran ser objetores de conciencia.
Así, la ley afirma que “el acceso o la calidad asistencial de la prestación no se verán afectados por el ejercicio individual del derecho a la objeción de conciencia. A estos efectos, los servicios públicos se organizarán siempre de forma que se garantice el personal sanitario necesario para el acceso efectivo y oportuno a la interrupción voluntaria del embarazo. Asimismo, todo el personal sanitario dispensará siempre tratamiento y atención médica adecuados a las mujeres que lo precisen antes y después de haberse sometido a una interrupción del embarazo”, según se recoge en el BOE. De esta forma, la nueva reforma pretende evitar situaciones como la del País Vasco donde, en 2022, el 95% de abortos se hicieron en centros privados.
El aborto, pese a ser un derecho que incluso ha sido respaldado por la Eurocámara para ser incluido en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, no es una cuestión que podamos dar por garantizada, ya que el auge de la extrema derecha suele atacar primero a los avances feministas en términos de garantías para la salud sexual de las mujeres. «Ya lo estamos viendo en Argentina, pero llegará también a Estados Unidos y a Europa. Y los primeros derechos contra los que atentan son los que tienen que ver con nuestros cuerpos y particularmente el aborto», ha alertado Cristina Fallarás. Para evitar esto y conseguir que el aborto sea un derecho blindado, es importante que se llegue al millón de firmas. Es posible votar entrando en el siguiente enlace: