Diciembre de 2021: Restricciones de viaje.
En diciembre de 2021, el Ministerio de la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio del gobierno talibán emitió un decreto que establece que las mujeres deben estar acompañadas por un hombre cuando viajen más de 72 kilómetros .
Marzo de 2022: cerrar las escuelas secundarias para niñas
El Ministerio de Educación emitió un comunicado en el que se anunciaba la apertura de escuelas para niños, pero las niñas por encima de sexto curso (12 años) quedaban excluidas de las clases.
Mayo de 2022: uso obligatorio del burka en lugares públicos para las mujeres y niñas
El 7 de mayo de 2022, el gobierno anunció un decreto que exigía que las mujeres se vistieran completamente con burka que las cubriera de pies a cabeza. Este decreto también requería que los miembros masculinos de las familias se aseguraran de que las mujeres y las niñas obedecieran, o se enfrentarán a acciones.
De noviembre a diciembre de 2022: Prohibición de asistir a la universidad, entrar a lugares públicos y trabajar en ONG
En noviembre de 2022, se prohibió a las mujeres entrar en los parques y jardines de Kabul, y posteriormente también se les prohibió el acceso a gimnasios, piscinas y baños públicos.
«Como chicas afganas, nos despertamos todos los días enfrentando nuevas prohibiciones», dijo una estudiante a una reportera de la BBC. El 20 de diciembre de 2022, el Ministro de Educación Superior de los talibanes ordenó la suspensión inmediata de toda la educación femenina en universidades públicas y privadas hasta nuevo aviso.
Cuatro días después, el Ministerio de Economía de los talibanes comunicó a todas las organizaciones no gubernamentales locales e internacionales que operaban en Afganistán que debían hacer que sus empleadas mujeres dejaran de trabajar, o que se les revocaría su licencia.
«Como chicas afganas, nos despertamos todos los días enfrentando nuevas prohibiciones»
Julio de 2023: prohibición de los salones de belleza
Para muchas mujeres, los salones de belleza representaban su última oportunidad legítima de ganar dinero. No solo eran la única fuente de ingresos para muchas familias, sino que también proporcionaban un espacio seguro donde las mujeres podían reunirse, charlar y sentirse bienvenidas. Sin embargo, el gobierno talibán anunció el cierre de los salones de belleza el 4 de julio.
A medida que las mujeres comenzaron a desaparecer de la vida pública, cada vez más mujeres fueron privadas de sus derechos laborales y la capacidad de mantener a sus familias, ya que no podían acceder a la educación ni encontrar empleo. Bajo la restricciones, los suicidios entre chicas se han multiplicado.
Las chicas y mujeres afganas sin miedo a la resiliencia siguen protestando, resistiendo y alzando la voz. Ellas asisten a escuelas secretas para defender sus derechos a la educación.
La organización LEARN Afganistán liderada por activistas y defensores de los derechos humanos afganos, Pashtana Durrani, ofrece cursos en línea, muchos de los cuales tienen lugar en salas con ordenadores conectados a generadores, todo ello en lugares secretos para evitar ser detectados por los talibanes. La organización ahora tiene 230 estudiantes, todas mayores de 12 años.
«No todas las mujeres se sienten temerosas o se encierran en sus hogares», dijo la diputada Farzhana Kochai a BBC. «Pero las mujeres han experimentado cambios en la sociedad, en lo psicológico y en lo político. La mayoría de nosotras nos estamos ocultando. Incluso no podemos aparecer en redes sociales, no podemos desempeñar nuestros trabajos y no podemos salir de nuestras casas. En las pantallas de televisión, extrañamos la presencia de las mujeres. Las extrañamos en otros lugares».